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Economía

Petrobras opera la mayor supercomputadora de América Latina

La máquina agiliza el procesamiento geofísico de la compañía
Akemi Nitahara
Publicado en 25/06/2019 - 12:42
Río de Janeiro

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La supercomputadora Fénix de Petrobras está entre las 500 computadoras más grandes del mundo y ocupa el primer lugar en América Latina. La lista fue compilada por Top500.org, basada en el desempeño de las máquinas en el procesamiento de datos, y presenta a Fênix en el puesto 142 del mundo.

La computadora cuenta con 55.296 gigabytes de memoria y 48.384 núcleos de procesamiento en su U. La máquina, fabricada por la multinacional sa Bull, duplica la capacidad de procesamiento de datos geofísicos del gigante petrolero. Según el director general de Geofísica de la empresa, Jonilton Pessoa, estar en la lista es importante, pues demuestra que la empresa estatal se mantiene tecnológicamente actualizada.

 

Dimensionamiento

"La [lista] de Top500 nos da una idea de nuestra posición frente al resto del mundo. En América Latina, somos los primeros. Esto significa que somos una empresa con una capacidad de procesamiento adecuada a su tamaño", señaló Pessoa.

El complejo tecnológico de la empresa siempre está siendo actualizado, dijo. "Fuimos innovadores en la primera década de los años 2000 cuando utilizamos las GPU, las tarjetas de procesamiento gráfico, lo que nos situó entre los líderes en el procesamiento de datos geofísicos en 2012. Hoy día todas las empresas utilizan las GPU", apuntó.

Según el gerente, aunque las computadoras eran de última generación en ese entonces, ahora, después de siete años, están anticuadas.

"Durante la crisis a la que nos enfrentamos, estábamos estancados en lo que respecta a la adquisición de nuevas máquinas. La capacidad informática siguió progresando, y lo que era muy bueno en 2012 no tiene la misma eficiencia o eficacia hoy en día. Algunas actualizaciones posteriores tuvieron lugar, pero no estaban a la altura de nuestras necesidades de procesamiento", explicó.

Ahorro de tiempo

Jonilton Pessoa señala que las pruebas mostraron la posibilidad de reducir de ocho a cuatro meses el tiempo necesario para procesar un conjunto de datos. Los primeros resultados de la nueva escala de producción aún no han salido a la luz, ya que Fénix solo entró en funcionamiento en marzo. Con el algoritmo aplicado, las ganancias en velocidad pueden cuadruplicarse.

El procesamiento de datos geofísicos consiste en transformar la información obtenida de la adquisición sísmica –que originalmente viene en forma de vibraciones– en imágenes. El proceso identifica materiales subterráneos a través de la emisión y recepción de ondas sísmicas tanto en tierra como en el mar.

Esto permite a los expertos ubicar capas de sal, identificar tipos de rocas, así como reservas de petróleo, gas y agua. Los materiales son detectados de acuerdo con de las características con las que se capta la onda al retornar, como la velocidad de propagación y amplitud de la señal.

Más calidad

El superordenador, explicó Pessoa, puede procesar datos a mayor velocidad y aplicar algoritmos que aportan mayor precisión a los datos que se procesan. Eso mejora la calidad de las imágenes, lo que facilita la identificación de yacimientos de petróleo y nos permite indicar el mejor lugar para perforar los pozos.

"Esto hace posible obtener una mejor visión de lo que hay debajo de la superficie. Se ve mejor, así que podemos tomar una mejor decisión cuando hay una subasta y basar nuestra decisión y estimaciones en datos más precisos", dijo.

Profesionales involucrados

Los responsables de operar Fénix son profesionales de diversos campos, incluyendo trabajadores de TI, supervisores y analistas, algunos de los cuales trabajan en la traducción de fórmulas matemáticas a un lenguaje para ser leído por la máquina.

En la tecnología geofísica, se desarrollan algoritmos para el procesamiento de datos, mientras que los geofísicos trabajan para alimentar la computadora con datos de la adquisición sísmica. Luego, un equipo de geólogos y geofísicos interpreta los datos obtenidos para construir un modelo geológico de la zona.

Tres más

Pessoa dice que la actualización tecnológica es parte del plan de la empresa para optimizar su complejo informático, bajo el cual se encargaron otras tres máquinas del mismo modelo que Fénix.

“Nuestro objetivo es tener 15 veces más capacidad de procesamiento en 2020 que en 2018. Estábamos fuera de rumbo, pero ahora estamos de nuevo en el camino correcto y la planificación estratégica asegura que no nos apartaremos de él”.